Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mejor alimento para un bebé es la leche de su mamá. Cuando una mamá se ve imposibilitada por alguna razón para alimentar a su bebé, esta puede recurrir a la leche donada.
Sin embargo, muchas mamás han tomado también la iniciativa de vender su leche cuando su bebé ya no la necesita, y obtener así un ingreso extra. Esta incluso ha llegado a venderse por Internet por más de 100 euros tan solo un litro. Es un negocio que ha resultado rentable, no obstante, peligroso.
Los papás, a falta de oportunidades para que su hijo pueda acceder a los bancos de leche materna humana oficiales (debido a una hospitalización, por ejemplo), terminan acudiendo a sitios webs e incluso apps donde se ofrece el valioso líquido. Mensajes como “Mujer saludable de 25 años vende leche materna extraída el mismo día” se pueden leer en diversos sitios de red.
Incluso en Estados Unidos ya hay sitios especializados, como onlythebreast.com, donde se ofrece leche materna de mamás veganas, libre de gluten.
Es importante reflexionar si la compra-venta de leche materna en Internet es realmente un negocio seguro, y considerar los siguientes puntos:
En las redes no todo el mundo es quien dice ser: no importa cuántas fotos o testimonios dé la mamá que ofrece su leche, nada garantizará si esa leche pertenece a una mujer saludable, libre de enfermedades como hepatitis, sífilis o incluso SIDA o que descarte hábitos como alcoholismo o drogas.
La transportación conservación de la leche es dudosa: a pesar de que la leche materna sea de origen saludable, no se sabe si en el proceso de extracción, conservación y/o transporte se presentó alguna anomalía o si durante este proceso se cuidó la higiene requerida.
Podría no ser leche materna: una investigación publicada en la revista Pediatrics reveló que el 11% de las muestras de leche vendida vía Internet contenía leche de vaca, lo que puede ser muy perjudicial para el bebé, pues no está preparado para asimilar la leche animal hasta el año cumplido.
Hasta el momento, no existe oficialmente una regulación que vigile la compra-venta de leche materna. No obstante, organismos como la Food and Drugs Administration (FDA) alerta sobre los riesgos que tiene este negocio que cada día va más en aumento en países como Estados Unidos y Canadá.
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